Vivir el Tren - Historias de trenes

La vía métrica por la que FEVE hace circular sus trenes viene articulando los 4 puntos cardinales del territorio asturiano. Si bien el origen de los trazados de vía estrecha se encuentra en el traslado de mercancías entre las minas y los puertos, con el tiempo fueron las personas quienes apostaron por el ferrocarril como medio más idóneo para cubrir sus desplazamientos, más frecuentes cuanto mayor se iba haciendo la presencia del progreso.

El tren de FEVE, adaptado al terreno y único modo de conexión para los habitantes de muchos lugares de Asturias, trae y lleva a estudiantes y trabajadores, conecta el mundo rural con las ciudades y está presente en los casos de desplazamientos masivos con motivo de eventos o espectáculos.

Existen 6 líneas de Cercanías de FEVE en Asturias que cubren los trayectos: Gijón – Cudillero (64,280km) Gijón – Laviana (49,700km) Oviedo – Infiesto (49,146km) Oviedo – San Esteban de Pravia (51km) Baiña – Collanzo (34,517km) y Gijón – Trubia. Suman en total 248,643km de vías y representan el 45,75% de la totalidad de FEVE. A través de sus 118 estaciones y apeaderos, comunican entre sí las ciudades más importantes de la región (Oviedo, Gijón y Avilés) y la mayoría de sus capitales de concejo. Además, gozan de una importante presencia en las localidades más pequeñas y en el medio rural.

La comodidad y la seguridad son otras preocupaciones de la empresa que se traducen en acciones como la incorporación al parque motor de las nuevas unidades de las S-2700 y S-2900, que circulan sobre todo en la línea Oviedo-Infiesto. El resto de las unidades que prestan servicio en las Cercanías de Asturias se han renovado prácticamente en su totalidad. La actuación más reciente ha consistido en la reconversión de las unidades eléctricas de la S-3500 en otras de la S-3300 tras sustituir los equipos de tracción, suspensión y freno con el fin de mejorar sustancialmente el confort de los viajeros.

Respecto al mantenimiento de las infraestructuras, se practican periódicamente auscultaciones de vías, así como bateos y vertidos de balasto para preservar las alineaciones y el peraltado.