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Cantabria se queda sin el AVE que Zapatero prometió a Revilla

29/09/11 Alta Velocidad

El ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, José Blanco, ha reconocido que la conexión por ferrocarril de Alta Velocidad (AVE) entre Palencia y Cantabria es un proyecto «muy difícil de acometer en el actual contexto» económico. Blanco ha dado la puntilla definitiva al proyecto del AVE a Cantabria en el horizonte de 2015, tal y como se comprometió con el Gobierno de Miguel Ángel Revilla en el documento firmado en agosto de 2010.

trenes ave

En este punto, el ministro señaló la necesidad de «replantearse» la ejecución de algunas infraestructuras, dado que «se ha cometido un exceso de planificación«.Así, abogó por sopesar la necesidad de construir infraestructuras «que no tienen carácter prioritario o que no suponen ejes de vertebración o troncales del territorio». «Es preciso introducir dosis de racionalidad y realizar mucha pedagogía»

La línea de Alta Velocidad, presupuestada en 1.400 millones de €, se iba a ejecutar en régimen de concesión público-privada, de manera que las empresas anticipaban la inversión y, una vez entregada la obra, el Estado pagaba a las constructoras un canon anual y una cantidad por el mantenimiento de la línea. Esta fórmula de financiación se ha aplicado en otras obras de líneas de Alta Velocidad en España, como en Galicia, Asturias y País Vasco porque no computa como déficit.

De hecho, Fomento había incluido el AVE a Cantabria en el Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI) de colaboración público-privada tras la reprogramación presupuestaria aprobada en 2010 con el objetivo de cumplir los objetivos de déficit.

Pero, según Fomento, el ministerio contactó con empresas del sector para «testar» su interés por el proyecto y «no interesó a ninguna», de manera que la única forma de acometer su ejecución es mediante la inversión pública por vía presupuestaria convencional. A 2 meses de las elecciones, Blanco vuelve a ignorar la reclamación de Revilla y deja «la posible inclusión de las partidas presupuestarias necesarias para la construcción de la línea para el próximo Gobierno».

Blanco ignorando el pulso que Revilla echó al Gobierno de la nación dijo en el Congreso de los Diputados que Cantabria es demasiado pequeña para 2 trenes de Alta Velocidad. «¿Una comunidad, que con el debido respeto, tiene 500.000 habitantes puede tener 2 entradas de Alta Velocidad?», se preguntó tras insinuar que el único AVE sería por Bilbao.

Revilla montó en cólera, tomó la imprecación del ministro como una «humillación» a Cantabria y movilizó a más de 1000 personas en Monzón de Campos para reivindicar la infraestructura. Fueron meses de agitación en el Gobierno de la región. El órdago del entonces presidente amenazó con dinamitar el pacto de Gobierno y colocó a los socialistas en una complicada situación.

La presión surgió efecto y el 11 de agosto de 2010 se firmó en la sede gubernamental de Peña Herbosa el protocolo para el desarrollo de la Alta Velocidad a Cantabria, que fijaba la llegada del tren a Santander en el entorno de 2015. Sin embargo, el proyecto nunca fue licitado. Lo más que hizo Blanco por el AVE fue un simulacro. Se limitó a remitir, semanas antes de las pasadas elecciones, al Diario Oficial de la Unión Europea la «información previa» al inicio del proceso de licitación.



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