Vivir el Tren - Historias de trenes

José Blanco se queda sin ideas a la hora de intentar defender la inversión de Fomento en el AVE gallego. Por no hablar de su justificación sobre los tramos de su eterna llegada. El ministro aseguró en un primer momento, como ya hiciese en ocasiones anteriores, que si continúa el ritmo tal como se desarrolla ahora el objetivo de 2015 se podrá cumplir. Un disco rayado que, a base de repetición, puede que haya convencido al titular de Fomento pese a que todos los indicios indiquen que como mínimo se producirá una demora de 3 años.

Pero ahora ha dado un paso más e incluso se ha atrevido a culpar al presidente de la Xunta de intentar acelerar sobre el papel la llegada del AVE, al declarar en su comparecencia en la comisión de Fomento en el Congreso que Feijóo le obligó a establecer el misterioso plazo de finales de 2015, frente a 2016, como hubiese querido Blanco. «No puedo salir de esta reunión, ministro, diciendo que el AVE llegará en 2016», dijo que le pidió el dirigente gallego. Según expuso, su departamento tuvo que comenzar a actuar en consecuencia de esta fecha en materia presupuestaria, de licitación y ejecución. Una adaptación que no se ha visto primordialmente en los campos de la licitación y la ejecución, donde Fomento no ha cumplido ni de cerca los términos acordados en el Pacto del Obradoiro.

Para intentar justificar su actuación, el Ministro volvió a sacar las gráficas de inversión, que si bien demuestran una importante subida en comparación con lo invertido por los antiguos gobiernos de José María Aznar, no parecen obedecer a su magnitud. «No hay ni una sola infraestructura construida en España ni en Europa, en un período de tiempo similar, que tuviera un compromiso presupuestario semejante», declaró Blanco, algo que en lugar de ofrecer un dato del que presumir, únicamente agrava la situación.

Del mismo modo, volvió a hacer hincapié en la negativa a la exención del impacto ambiental sobre el subtramo de Lubián-Cerdedelo, que retrasó 8 meses la aprobación del estudio de los tramos. Además, Blanco criticó la gestión del anterior gobierno estatal al asegurar que lo impulsado no era una línea de Alta Velocidad real ya que no admitía pasar de los 200 km/h y en algunos casos como el de la vía Ourense-Lugo, un trazado de vía única que no permitía superar los 160hm/h.